El arte de curar tu perfil: Cómo gestionar tus fotos en Instagram y las tendencias que dominan la red
Mantener una estética impecable en las redes sociales se ha vuelto casi una obsesión moderna. Ya sea que estés buscando proyectar una imagen profesional o simplemente quieras un respiro de ciertas memorias, Instagram ofrece herramientas para editar tu narrativa visual sin necesidad de recurrir a medidas drásticas. Archivar publicaciones es, probablemente, la función más inteligente para quienes desean ocultar contenido de su biografía principal sin perderlo para siempre.
La discreción a un clic: El proceso de archivado
A veces publicamos cosas de las que luego nos arrepentimos un poco, o quizás hay fotos que simplemente no encajan con la “vibe” actual de nuestro perfil. En lugar de borrarlas y perder los comentarios o los “likes”, puedes archivarlas. Es un proceso directo que no requiere configurar nada previamente, ya que la opción viene activada por defecto en la aplicación.
Para ocultar una imagen, solo tienes que entrar a tu perfil y seleccionar la foto en cuestión. Una vez abierta, fíjate en la esquina superior derecha; ahí encontrarás el icono de los tres puntos que despliega el menú de opciones. Al seleccionar Archivar, la imagen desaparecerá inmediatamente de tu cuadrícula pública. Es la solución perfecta para esos momentos en los que vas a mostrarle tu celular a alguien y prefieres que ciertas publicaciones no estén a la vista de todos.
Recuperar el contenido: ¿Cómo desarchivar tus fotos?
Lo mejor de esta función es que nada es definitivo. Si cambias de opinión, recuperar esas imágenes es igual de sencillo, aunque la ruta para encontrarlas está un poco más escondida entre los ajustes de cuenta. Primero, ve a tu perfil y abre el menú lateral que se identifica con las tres líneas horizontales. Allí verás la sección de Archivo, representada por un icono de un reloj rodeado por una flecha.
Es importante notar que, al entrar, es probable que veas primero tus historias antiguas. Para ver las fotos, debes tocar el menú desplegable en la parte superior y seleccionar Archivo de publicaciones. Desde esta sección privada, que solo tú puedes ver, tienes la libertad de elegir cualquier imagen y devolverla a la vida pública seleccionando Mostrar en el perfil. Al hacerlo, la foto regresará exactamente al lugar que le corresponde según su fecha original, como si nunca se hubiera ido.
Entre el lujo y el minimalismo: Lo que está captando la atención hoy
Esta capacidad de curar nuestro entorno digital refleja una tendencia mayor que vemos en el mundo del diseño y el estilo de vida de las celebridades. Mientras nosotros organizamos nuestros perfiles, el mundo del interiorismo está obsesionado con el “desorden intencional”, una nueva cara del maximalismo que celebra los espacios llenos de vida y personalidad.
El concepto de estatus también está cambiando. Lo que hoy se conoce como “Bookshelf Wealth” —o la riqueza reflejada en las estanterías de libros— se ha convertido en el símbolo definitivo de sofisticación, alejándose de lo minimalista y frío. Incluso figuras como Pamela Anderson se han sumado a las tendencias virales, sorprendiendo al público con su incursión en el mercado de los encurtidos gourmet, demostrando que la marca personal hoy no tiene límites.
El mercado del lujo y las propiedades icónicas
La estética que intentamos emular en Instagram tiene sus referentes más altos en las noticias inmobiliarias y de moda de esta temporada. Desde los exclusivos taburetes de cristal de Murano que Bottega Veneta presentó en la Semana de la Moda de Milán, hasta las subastas de la colección personal de la legendaria Iris Apfel, el mercado del lujo sigue rompiendo récords.
En el sector de bienes raíces, las cifras son astronómicas. Recientemente, el antiguo refugio de la familia Obama en Martha’s Vineyard se vendió por 37 millones de dólares, una cifra que compite con la salida al mercado de propiedades históricas como el chateau francés de Josephine Baker por 24 millones o la antigua casa de Sarah Jessica Parker en Nueva York, valorada en casi 30 millones. Incluso la mansión de Audrey Hepburn en Los Ángeles ha vuelto a los titulares al estar disponible para un nuevo dueño. Todo esto nos recuerda que, ya sea en una mansión histórica o en una simple cuadrícula de Instagram, la forma en que presentamos nuestra historia al mundo siempre está en constante evolución.