Éxito rotundo: La semana laboral de cuatro días se mantiene tras su exitoso ensayo.

Un año después de finalizar el ensayo global de una semana laboral de cuatro días, la mayoría de las empresas participantes seguían ofreciendo esta opción a sus empleados, y más de la mitad habían optado por mantenerla de forma permanente.

Durante seis meses, entre junio y diciembre de 2022, los trabajadores de 61 organizaciones en el Reino Unido redujeron su jornada laboral al 80% de sus horas habituales, manteniendo el mismo salario a cambio de mantener el mismo nivel de productividad.

Según un informe publicado por Autonomy, uno de los organizadores del ensayo, al menos el 89% de las empresas aún mantenían esta política un año después, y al menos el 51% habían hecho permanente la semana laboral de cuatro días para finales de 2023. Dos empresas no proporcionaron información para el informe.

Los resultados del estudio, publicado por Autonomy en colaboración con la organización sin fines de lucro 4 Day Week Global y la campaña 4 Day Week UK, junto con investigadores de varias universidades, demostraron que la reducción de horas laborales tuvo efectos positivos abrumadores tanto para los empleados como para las empresas.

Al término del ensayo, los empleados reportaron mejoras significativas en su salud física y mental, un mayor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y una mayor satisfacción general con su vida, junto con una reducción del agotamiento laboral. Estos beneficios se mantuvieron un año después.

Los gerentes y directores ejecutivos de 28 de las organizaciones también confirmaron que la semana laboral de cuatro días tuvo un impacto positivo en sus empresas. La rotación de personal disminuyó en la mitad de las organizaciones, un tercio indicó mejoras en la contratación, y el 82% informó mejoras en el bienestar del personal.

El informe de Autonomy destacó además las estrategias utilizadas por las organizaciones para mantener la semana laboral de cuatro días, como la revisión de las normas relacionadas con las reuniones y las comunicaciones laborales, así como la priorización de tareas.